La inteligencia emocional (IE), constituye uno de los grandes indicadores de éxito en la vida.
Durante los últimos siglos, nuestra sociedad, ha valorado exclusivamente la inteligencia racional. Primaban los conocimientos académicos como el cálculo, el razonamiento, la lógica, la memoria etc. Existía la falsa, pero extendida creencia de que el éxito dependía exclusivamente de la capacidad intelectual.
No obstante, numerosas investigaciones en grandes empresas observaron cómo personas con méritos académicos e intelectuales similares, eran valoradas por otro tipo de competencias. Pero, ¿Que hace, que dos personas con capacidades intelectuales similares, sean seleccionadas o rechazadas?
Pongamos un ejemplo. Imaginemos una persona que con un expediente académico impecable comienza su primer trabajo. Posee grandes conocimientos técnicos y de computación. Sin embargo, carece de habilidades para manejar el estrés, para interactuar fluidamente, cooperar y trabajar en equipo. Por otra parte, tenemos una persona con capacidades intelectuales similares, pero que al mismo tiempo, tiene unas competencias emocionales destacadas. Es cooperativa, gestiona bien el estrés y aporta soluciones a los conflictos. ¿Cuál crees qué seleccionarías?
¿Por qué es importante la IE?
Hoy en día, sabemos gracias a numerosas investigaciones, que un gran cociente intelectual sin un conjunto de habilidades llamadas inteligencia emocional por sí solo no garantiza el éxito en la vida.
La inteligencia intelectual no asegura nuestro equilibrio emocional o nuestra salud mental. No asegura que tengamos buenas relaciones con los demás, que sepamos controlar nuestros impulsos, que desarrollemos capacidad para escuchar y motivar a otros o que sepamos negociar o resolver conflictos personales.
Todas estas habilidades, forman parte de las competencias que componen la inteligencia emocional. Son esenciales y muy valoradas en todos los ámbitos, no solo el social y educativo, sino también el laboral.
Cada vez son más las empresas que incluyen en sus valoraciones estas competencias y aunque no lo sepas, probablemente estés siendo valorado en ellas. Afortunadamente, todos tenemos el potencial de mejorar nuestra inteligencia emocional con práctica, tiempo y sobre todo voluntad de aprendizaje.
¿Qué es la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional adquirió reconocimiento de la mano de Daniel Goleman, pero fue P. Salayer y J Mayer quienes definieron este concepto. Desde hace ya varias décadas no dejamos de asistir al auge de la IE. Entonces, ¿Qué es y cómo puede ayudarnos?
La Inteligencia emocional se define como la habilidad de las personas para atender y percibir los sentimientos de forma apropiada y precisa, la capacidad de asimilarlos y comprenderlos de manera adecuada y la destreza para regular y modificar nuestro estado de ánimo o el de los demás.
P. Salayer y J Mayer
La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos.
Daniel Goleman
¿Cómo puede ayudarnos en nuestra vida?
Las personas con alta IE poseen las siguientes características:
1. Tienen conciencia emocional:
- Son capaces de detectar con frecuencia el modo en cómo les afecta cada emoción físicamente.
- Comprenden sus sentimientos, sus pensamientos, sus palabras y acciones.
- Reconocen de forma sincera cuáles son sus puntos fuertes y sus debilidades. Saben que deben fortalecer y tienen la capacidad de aprender de la experiencia.
- Además son personas que confían en sí mismas, capaces de defender su punto de vista aunque no cuente con apoyo. Son autoeficaces, asumen desafíos y dominan nuevas tareas.
2. Poseen la habilidad de autorregular sus emociones.
- Gestionan adecuadamente sus emociones y sus impulsos conflictivos.
- Permanecen equilibrados, positivos e imperturbables incluso en los momentos más críticos.
- En situaciones de presión, son capaces de pensar con claridad y mantener la concentración.
- No dejan arrastrarse por el estrés y se recuperan más fácilmente de los reveses y contratiempos de la vida.
3. Se automotivan.
- Las personas que poseen una motivación intrínseca, tienen una orientación muy fuerte para conseguir sus objetivos y exigencias.
- Son personas optimistas, creen en que las cosas irán bien a pesar de las dificultades y las frustraciones.
- No vacilan en afrontar los desafíos o en asumir los riesgos que eligen.
- Recogen toda la información necesaria que les permita descubrir nuevas formas de llevar a cabo sus tareas o para reducir la incertidumbre.
4. Comprenden los sentimientos de los demás.
- Son personas que poseen empatía, capaces de darse cuenta de los sentimientos de los demás sin que estos tengan que decirlo.
- Escuchan activamente.
- Responden a las preocupaciones o sentimientos no expresados.
- Comprenden los problemas que se ocultan detrás de otros sentimientos.
5. Controlan sus relaciones.
- Tienen habilidades sociales, esto es, se relacionan adecuadamente con las emociones de los demás.
- Conectan fácilmente con los que les rodean.
- Saben comunicar sus gustos y preferencias de forma asertiva.
- Son capaces de defender sus derechos teniendo en cuenta los derechos y sentimientos de los demás.
- Se conocen a sí mismas y suelen ser conscientes de lo que sienten y de lo que desean en cada momento.
- Son capaces de afrontar conflictos, éxitos y fracasos.
- Se aceptan de forma incondicional, independientemente de sus logros o la aceptación de los demás.
Por lo tanto, cultivar tu inteligencia emocional te permitirá establecer vínculos personales sanos, pues no solo te ayudará a conocerte y mejorarte a ti mismo, sino también a conectar con las emociones y sentimientos de los demás, mejorando tus relaciones sociales.
“Como seres humanos, todos queremos ser felices y estar libres de la desgracia, todos hemos aprendido que la llave de la felicidad es la paz interna. Los mayores obstáculos para la paz interna son las emociones perturbadoras como el odio, apego, miedo y suspicacia. El amor y la compasión son las fuentes de la paz y la felicidad.”
Dalai Lama