¿Quieres conocer una técnica eficaz para el control de ira en niños? Te explicamos paso a paso como aplicar la técnica del volcán. ¡Ayúdale a gestionar su estrés!
Los problemas de conducta son una de las causas que más frecuentemente motivan una consulta de psicología infantil. Muchas veces sucede que no sabemos proporcionar a nuestros hijos los recursos que necesitan para gestionar sus emociones de forma constructiva.
Hoy te contamos como aplicar paso a paso una técnica muy eficaz para el control de la ira infantil.
Controlar no es reprimir
Que los niños aprendan a controlar su ira es imprescindible para que puedan afrontar situaciones de enfado o estrés con un menor coste emocional, evitando problemas relacionales.
Es importante que los niños comprendan que es natural sentirse enfadado, estresado o frustrado ante determinadas situaciones, y que no hay nada de malo en ello.
Se trata de que aprendan a identificar sus emociones y descubran una forma controlada de manifestar sus sentimientos evitando que resulten destructivos.
Control de ira en niños: la técnica del volcán
La técnica del volcán permite enseñarles a tomar conciencia de su cuerpo y a identificar las sensaciones físicas que preceden a una explosión de ira.
Se aplica en cuatro pasos:
1. El símil del volcán:
Empezaremos por explicarle al niño el mecanismo del enfado comparándolo con un volcán a punto de entrar en erupción. «Cuando nos enfadamos porque algo no nos gusta, empezamos a sentir en nuestro vientre un poquito de calor, como si se empezase a calentar la lava de un volcán. Con el paso del tiempo, la lava se hace más caliente, se pone a hervir y estalla igual que un volcán quemando todo a su alrededor».
Este símil les ayudará a identificar el momento previo a una explosión de ira, que suele ir acompañado de una sensación física de calor, aceleración de la respiración y los latidos del corazón y tensión muscular.
2. Ayúdale a reconocer su enfado o sus estresores
Lo siguiente será preguntarle qué cosas le enfadan y qué le pone de mal humor. Es importante para ayudarle a reconocer aquellas situaciones estresantes que pueden provocar la erupción de su volcán interior.
Suele ser de mucha ayuda dibujar un volcán, colocando dentro la lista de «cosas que me enfadan» y en la parte exterior, como si fuese la lava, «lo que pasa cuando me enfado». La lava quema y destruye todo a su paso, y lo mismo sucede con la ira sin control.
También podemos dibujar un volcán de ejemplo y animar al niño a hacer su propio dibujo, guiándole para que escriba su lista de «detonantes» y «consecuencias«.
3. ¿Cuál es el límite del enfado?
Traza una línea por la mitad del volcán. Explícale que cuando lo que le enfada alcanza ese punto, hay que detenerse. Se trata de hacerle ver que, en esa línea está el límite que no se debe pasar, porque si no el volcán interior entrará en erupción y no podremos detenerlo.
Muchas veces resulta complicado para los niños identificar que están enfadados, por lo que tendremos que ser nosotros quienes intervendremos ayudándole a reconocer cuando su lava interna se está calentando. En este punto comenzaremos a plantear estrategias para una correcta gestión del enfado o del estrés.
4. Muéstrale como apagar la lava interna
Gracias a nuestra ayuda y guía, los niños van aprendiendo poco a poco cuando deben detenerse y no sobrepasar la línea. Para ello podremos ayudarles con algunas estrategias que les permitan regular su enfado.
Puedes indicarle que cuando crea que está a punto de sobrepasar la raya busque un adulto con el que hablar. También puede contar hasta 10 o aplicar alguna técnica de relajación o de autocontrol, como la técnica de la tortuga.
Gracias a la técnica del volcán se consigue controlar la ira en niños comprendiendo el mecanismo de los enfados, aprendiendo a identificar los detonantes y trabajando el autoconocimiento.